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PROPUESTA VALORES DE LA PROPUESTA 1) Resignificación de la Historia con perspectiva de género y puesta en valor para la promoción del arte y la cultura de las mujeres en el presente.
HISTORIA DE MUJERES
Las mujeres, más que nadie, conocemos el sentido simbólico-social del “encierro”, adentro–afuera, privado–público, femenino–masculino. En la “Casa de Corrección”, parte de las mujeres que convivían estaban encerradas por su voluntad (las religiosas) y otras para cumplir una pena por alguna trasgresión social. Ese posicionamiento reforzaba la discriminación de género y de clase, en tanto las monjas relatan de esta forma su acercamiento a los sistemas carcelarios:
“La admirable obra de Dios, ejecutada por el Buen Pastor, se pone de manifiesto de un modo especial en la dirección de los establecimientos carcelarios de mujeres de las grandes ciudades, en donde el estrago humano causado por la culpa se ofrece con caracteres más repugnantes y de más difícil remedio”. Y agregan “... aún en estos hondos y negros abismos morales, formados de ordinario por el vicio y por el crimen a la vez,... las vírgenes consagradas al sacrificio de sí mismas y al amor de Dios y de sus semejantes, obtienen maravillas morales.”[3] Más adelante dicen: “... entre las que han pasado algún tiempo en el Asilo encuentran las señoras domésticas inteligentes que las sirven con fidelidad, aseo y esmero pues se las forma en todas las ramas propias de su sexo y condición”. La investigación nos dice que la cárcel de mujeres debe entenderse dentro de un particular contexto de experiencia histórica de las mujeres. Las mujeres en su conjunto hemos sufrido mecanismos de disciplinamiento aún no estando en “prisión”, a través de la legislación matrimonial, la maternidad como destino, la sexualidad como pecaminosa, etc. En el Asilo se puede recoger el caso de la francesa Ivonne Tchourkowsky, quien escribe a su marido en 1940: “... pasé las fiestas nada más ni nada menos que en una celda de castigo por no haber respetado las órdenes, absolutamente injustas por otra parte,... te preguntarás por qué, y bien por haberme bañado completamente desnuda...”[4] Realizar una historia de la cárcel de mujeres no es incorporar las mujeres a la historia de una institución, sino revisar toda la estructura genérica del relato histórico y acercarse asimismo a las instituciones informales de control social. Más allá de su conciencia, de su valoración y de su afectividad, y en ocasiones en contradicción con ellas, todas las mujeres están cautivas por el solo hecho de ser mujeres mientras perviva el sistema patriarcal. Casa, convento, burdel, prisión y manicomio son espacios de cautiverios específicos de mujeres.[5]
La semántica del “encierro” ayudó a consolidar el proceso de exclusión de las mayorías del ejercicio democrático y de la ciudadanía.
Entrelazar a las mujeres de adentro y de afuera de la Casa y entrelazar el pasado y el presente de las mujeres es, en gran parte, la aspiración de la Propuesta del Museo de la Mujer y Librería de Mujeres.
2) Participación de la comunidad, particularmente de mujeres, en la formulación de estrategias de no discriminación e igualdad de género, desde la concepción de la “Nueva Museología”, Librería y Centro de Documentación Interactivo.
3) Gestión privada, con articulación con las áreas oficiales de cultura.
4) Inserción de este espacio cultural como Valor agregado al Circuito Turístico de Museos y Centros Culturales del Casco Histórico.
La imagen de una ciudad se construye a partir de la morfología del tejido urbano y sus significantes, en este caso a San Telmo como “Barrio Cultural”. En él se localizan los elementos que lo componen, lo caracterizan y pautan o ritman su estructura, donde lo más importante no es sólo las características o particularidades de cada elemento, en este caso el valor arquitectónico de la construcción jesuita, sino la relación e interacción con el resto de los elementos barriales. A nuestro juicio el actual uso del Servicio Penitenciario Federal no consigue ese objetivo ya que no logra integrarse con la identidad histórica del lugar ni con la actual fisonomía barrial.
5) Implementación de un Proyecto de “recuperación edilicia” , dado el estado actual de deterioro.
La ciudad se construye a través del tiempo y desde esa perspectiva se desarrolló la teoría de la recuperación de los cascos históricos, incluido el concepto de la preservación de sus edificios como un componente fundamental no solo por el significado intrínseco sino por su poder de reuso. En Buenos Aires hay intensos reclamos sociales por la historia, nacional y local, que evidencia la búsqueda de identidad y se refleja en la necesidad de preservar el patrimonio urbano como recurso sustentable.[6]
El emplazamiento original del edificio que respondió al modelo de urbanismo colonial (Ordenanzas de Descubrimiento, Nueva población y Pacificación) debe ser hoy recuperado estratégicamente dentro del Plan Urbano Ambiental (PAU – Ley 71/2000 y Ley 449/2000) en tanto se conciba a los inmuebles públicos como instrumentos de desarrollo social, económico y cultural. Marcos Legales de Protección:
· Edificio declarado Monumento Histórico Nacional el 28 de mayo de 1982.
· Ley 449/2000 de Protección histórica de edificios. Esta ley designa los edificios protegidos de manera cautelar y/o integral entre los que se encuentra el Ex – Asilo Correccional de Mujeres. [1] Rf. /Ini, Gabriela; “El tiempo quieto”, en AA; Voces de Mujeres Encarceladas, Catálogos, Buenos Aires. 2000. Internacionales: Museos y cesiones emblemáticas
![]() El Museo de la Mujer es una iniciativa inédita en América Latina y con unos pocos antecedentes en el mundo. Existen tan solo nueve: cuatro en Estados Unidos, siendo tres históricos y uno exclusivamente de mujeres artistas (Washington) como el que también funciona en Londres; y tres histórico – culturales con perspectiva de género en Italia (Merano), Alemania (Bonn) y recientemente en Senegal (Isla de Goreé).
De estos tres últimos conocemos que son de gestión privada pero sus sedes han sido otorgadas por los Estados correspondientes y declarados de interés cultural con exenciones impositivas. Es de señalar el carácter emblemático de algunos de los inmuebles cedidos. A modo de ejemplo vale la Isla de Goreé en Senegal donde se hallaba la Casa de Contratación de Esclavos, siendo el Museo de la Mujer “Henriette Bathily” instalado en una de sus residencias que datan de 1770. Por otra parte, el más significativo antecedente es la cesión de la Casa – Convento del Buen Pastor de Roma al movimiento de mujeres para la apertura de la actual “Casa Internazionale delle Donne”. El edificio que data del siglo XVII está totalmente recuperado y preservado como patrimonio histórico cultural, y en él se desarrolla un proyecto de trabajo que conjuga actividades culturales y servicios para la mujer. Como dice su folletería (se adjunta): “La fascinación de un lugar abierto a la Historia. La historia del Buen Pastor es una historia de mujeres: en 1615 hospedaba una comunidad de mujeres separadas y aisladas del mundo exterior. Pero en el curso de los siglos ella se ha transformado en un lugar de rescate y liberación, y en la última década en el símbolo del movimiento feminista de Roma” La antropóloga María Gabriela Ini, miembro del círculo “Amigas del Museo de la Mujer” ofreció su investigación de tesis doctoral sobre el Asilo Correccional de Mujeres de Buenos Aires, 1939 –1941 como aporte a la presente propuesta. Bibliografía
Castilla, Américo; “Una política cultural para los Museos de la Argentina” (diciembre 2003), Documento reproducido en Boletín Nº 3 – Año III, ADiMRA, Buenos Aires, Octubre 2006.
Dilon, Marta; Corazones cautivos, Aguilar, Buenos Aires, 2006.
Folletería Museo Penitenciario Federal.
García Espil, E.; Hacer Ciudad. Los desafíos de un proyecto colectivo, UBA – FADU, Buenos Aires, 2003.
Ini, Gabriela; “El tiempo quieto”, en AA; Voces de Mujeres Encarceladas, Catálogos, Buenos Aires. 2000.
Lagarde, Marcela; Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas; UNAM, México DF, 1997.
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